Tecnología

Vinos, notariado digital y billeteras, de la mano de los “bitcoiners” de la Argentina

Muchos empresarios y emprendedores apuestan a la utilización de la moneda virtual para sus operaciones. Ejemplos y proyectos.

por Mara Laudonia

En la Argentina, el uso de bitcoins aún es reducido pero cada vez hay más emprendedores que apuestan a hacer negocios con la nueva moneda virtual. Aquí, algunos de ellos y sus proyectos:

. Caso 1: Mike Barrow (47) es productor de vinos orgánicos, en Mendoza. Oriundo de Tucson, Arizona. se instaló en la provincia cuyana en 1991 y fundó Costaflores Finca Orgánica. Su pasión por el vino y por la informática lo llevaron a unir conceptos -el tradicional del vino mendocino con la tecnología de punta- y hoy no sólo acepta bitcoins sino que está en proceso de crear su propia criptomoneda, explica a Télam.

Costaflores produce alrededor de 15.000 botellas al año de vinos orgánicos rotulados como MTB (Mike Tango Bravo). Vende en la Argentina y exporta a la India, Canadá, Congo-Brazzaville y España.

Barrow acepta bitcoins como pago por los vinos, pero va más allá a la hora de explicar cómo funciona la venta de sus botellas MTB: “Desarrollamos al máximo el concepto de transparencia, trazabilidad, y open-source en la empresa, la viticultura y en la forma de hacer los vinos”.

Por ello, explica, “el bitcoin es una extensión natural a eso, porque nos permite intercambiar valores por el vino de forma segura y abierta, sin intermediarios entre nosotros y el consumidor o distribuidor”.

Agrega que “hace un año que estoy elaborando un proyecto para incorporar al negocio la tecnología del bitcoin (blockchain, la cadena de bloques), y vamos a lanzar una nueva criptomoneda respaldada en vino”, culmina el productor.

. Caso 2: Franco Amati (38) es un autodidacta informático que está al frente de la start-up Signatura, que otorga soluciones de firmas digitales y notariado de documentos para empresas o dependencias del Estado utilizando la tecnología blockchain, ya que “es la única tecnología en el mundo que cuando grabás algo nadie lo puede borrar ni modificar”, sostiene. Esta tecnología, agrega, “permite garantizar que ciertos documentos no son modificados en las licitaciones públicas”.

Entre las firmas que comenzaron a utilizar sus servicios se encuentra el mercado rosarino Rofex, para sus certificados académicos, revela el desarrollador, que maneja varios proyectos digitales en la Argentina, Colombia y Estados Unidos y que gana parte de sus ingresos en bitcoins.

. Caso 3: Matías García (40) es ingeniero nuclear y profesor de informática y física. Junto con unos amigos tucumanos -su lugar de origen- desarrollaron proyectos relacionados con bitcoins (Bitcore, una librería de bitcoins; e Insight, un explorardor de la cadena de bloques), que interesaron a la gigante mundial Bitpay, la mayor procesadora de pagos mundial de la criptomoneda, que rápidamente los incorporó a sus filas.

Bitpay los contrató para armar la billetera electrónica Copay, que ayuda a las personas no relacionadas con la tecnología a almacenar y a operar con bitcoins de una manera más fácil, entre otros proyectos. En esa billetera electrónica, “los bitcoins se almacenan con un número al azar, es como una llave privada, que Copay te ayuda a guardar y recuperar; pero esta billetera requiere que sí o sí se haga un backup o se anoten palabras clave en un papel que esté a resguardo para recuperar los bitcoins si, pero ejemplo, se perdió el teléfono”, explica García, quien aclara que el producto de la billetera simple es gratuito.

La misma aplicación recomienda “no sacar una foto con el teléfono” a las palabras clave, para que éstas queden fuera del alcance de los hackers.

. Caso 4: Matías Bari (34) es CEO y cofundador de SatoshiTango, una firma “fintech” ubicada en pleno microcentro porteño que se dedica a intermediar en la compra-venta de bitcoins, a facilitar pagos con bitcoins en otros sistemas como las tarjeta de créditos y PagoFacil, y a vender tarjetas prepagas en bitcoins, entre otros productos. También, permite obtener una billetera en bitcoins y una visa de débito para realizar pagos.

“En general el mercado aún es muy de nicho, la mayoría son millenials, personas entre 20 y 30 años que tienen trabajos muy de esta época, como las startups, o diseñadores programadores freelance”, sostiene el entrepreneur de una de las mayores exchangers de bitcoins en la Argentina, con unas “500 transacciones por semana”.

. Caso 5: Rodolfo Andragnes (39) es cofundador de Bitcoin-Argentina, que se dedica a promover, a través de cursos y eventos, el uso de la moneda y de la tecnología blockchain en el país. La ONG nació en 2012, cuando el reconocido empresario de startups Wenceslao Casares, (ex PatagoVinos, hoy al frente de Xapo), convocó a una reunión en un bar en Belgrano, a través de la red de encuentros temáticos meetup, para charlar sobre la novedad de los bitcoins. Al principio acudieron unas 10 personas que habían escuchado de la moneda virtual “afuera” pero que veían que “en Argentina no había nada”. De allí, Andragnes, junto a Amati y Diego Gutiérrez Saldívar, tuvieron la idea de levantar una ONG, que no tiene que ver con Casares, y que se encuentra ubicada en Marcelo T de Alvear 405, cerca donde están emplazadas estratégicamente varias empresas y negocios relacionados con bitcoins.

La comunidad tiene unos 13.000 bitcoiners, que se encuentran muy activos en las redes sociales, y se ayudan y asesoran entre sí, para no caer en fraudes, muy habituales debido al vacío legal y al desconocimiento de los novatos en la nueva moneda virtual.

(*): del Equipo de Investigación de Télam.

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